¡Hola! Detrás de este blog estoy yo, Berta, una chica de treinta y dos años que actualmente vive en Sevilla, con sus sueños, ilusiones, esperanzas y muchas ganas de ayudar...
Me gusta mucho leer, pero sobre todo, desde bastante pequeña, me encanta escribir y necesito hacerlo: para divertirme, para desahogar lo inconfesable, para organizarme, para descubrir mis más íntimos deseos, para relajarme, para sentirme mejor, para ordenar mis pensamientos, para fijar mis propias metas, para refugiarme, para mejorar la realidad, para ganarme la vida, para inventar una alternativa... ¡Siempre estoy escribiendo!
Aprecio enormemente la belleza, el arte, la excelencia... y, en definitiva, todo lo que está bien hecho y con pasión. Me encantan las historias de superación personal, el optimismo vital, las trayectorias basadas en sólidos valores y, por supuesto, cada día intento mejorarme a mí misma y todo lo que hago. Quizá sea este el origen de mi interés por la corrección y la edición de textos.
Resumir, simplificar, aclarar, eliminar errores... ejercen sobre mí un efecto catártico que solo supera la escritura, y realizando ambas actividades llego a experimentar un nivel tan alto de bienestar y satisfacción que he decidido entregar mi vida a las letras. En esta nueva andadura en solitario me acompaña la experiencia de más de diez años trabajando en este mundo de las palabras: departamentos de comunicación, corrección de textos, coordinación de campañas publicitarias, organización de eventos, etc.
Si te interesa saber qué puedo hacer por ti, te invito a leer “Déjame ayudarte”. Si quieres conocer qué puedes hacer por mí, corazón en mano te lo digo: léeme con atención, cuando puedas, si no, déjalo para otro momento. Después, regálame un segundo: si te ha gustado la entrada pulsa en el botón correspondiente, con ese gesto en el que tardas tan poco yo recibo mucha motivación, recargo mi ilusión, se activan mis ganas de seguir trabajando... ¿Piensas que la información puede ser útil para otras personas? ¡Comparte! ¡Ayúdame a difundir! Si hay algo que no te gusta, déjame tu comentario, tu opinión es un activo imprescindible para que yo pueda mejorar y aprender. Si no quieres hacerlo públicamente, escríbeme en privado.
Solo una cosa más: si me equivoco y tú lo adviertes, no dudes en corregirme. Estamos aquí para desaprender cada día y volver a aprender, en palabras de Juan Benet: “El error obliga a rehacer el camino, y eso enseña muchas cosas. La duda, no. Entre el error y la duda opto siempre por el primero”.
¡Mil gracias por visitarme y leerme!
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