jueves, 19 de enero de 2012

¿Cómo afrontar la tarea de escribir?

En una entrada anterior vimos la importancia de escribir bien para triunfar con nuestro blog. Hoy vamos a pasar directamente a la acción, veamos cómo afrontar ese momento que algunos tanto temen.

No me gusta dar consejos, prefiero el término “sugerencias”, y si las comparto hoy es porque todas han sido previamente probadas por mí, así como por algunas personas a las que he podido asesorar, y a todos ¡nos han funcionado! Eso sí, has de tener voluntad, constancia y mucha capacidad de trabajo (nadie dijo que fuera fácil). ¿Te animas?


Partimos de que  has reflexionado previamente  sobre qué temas dominas y qué quieres compartir con tus lectores, por lo que ya tienes claro de qué va a tratar tu blog. Ahora necesitas sentarte y organizar todo lo que sabes para que llegue a tus seguidores de la forma más clara y sencilla posible. ¡Empecemos!

1) Dedícale tiempo. Escribir es una tarea creativa y como tal, requiere bastante esfuerzo y trabajo. No pretendas construir un texto maravilloso en 15 minutos, a menos que seas un profesional excelente con muchos años de experiencia redactando, te hayas levantado en uno de tus mejores días y las musas hayan acudido a hacerte una visita. Si no te encuentras en este afortunado caso vas a necesitar dedicarle un tiempo suficiente a escribir, al menos una hora al día. ¿Te cuesta trabajo sacar tiempo para todos tus proyectos? Quizá te venga bien leer sobre técnicas de organización del tiempo, puedo recomendarte algunos blogs que yo consulto frecuentemente, como No te falta tiempo, El gachupas o El canasto.

2) Ponte metas. Algo que a mí siempre me funciona es marcarme objetivos: diarios, semanales y mensuales. Planifica cuántas entradas quieres publicar a la semana y comprométete con tu decisión. Es importante que lo hagas por escrito, ya que te costará más trabajo traicionar algo que has dejado plasmado en un papel.

3) Fórmate. Vivimos en un mundo de constantes cambios que nos obligan a aprender todos los días, por lo que tenemos que estar formándonos continuamente. Si cometes bastantes faltas de ortografía y la lengua nunca fue lo tuyo, te aconsejo que te comprometas a leer y repasar algunas reglas básicas. Si ya dominas esta base, sigue aprendiendo: suscríbete a páginas o blogs sobre el tema, hazte tu propio listado de recursos imprescindibles como la web de la Rae, Fundéu... También en este  blog publico frecuentemente entradas que pueden ayudarte, así como podrás encontrar diariamente píldoras más breves y sencillas en mi página de facebook.

4) Lee mucho, escribe mucho y tira mucho. Este fue un consejo de un escritor y excelente profesor de escritura creativa que tuve la oportunidad de conocer. No puedo estar más de acuerdo con él: leer es fundamental, porque cuando lo haces aprendes de otros estilos, mejoras  tu ortografía, consigues fuentes de inspiración...; escribir mucho es sin duda la mejor manera de adquirir la destreza necesaria; y tirar, será inevitablemente necesario. Mucho de lo que escribas no servirá para tu objetivo, pero recuerda que si no lo hubieras hecho tampoco hubieras alcanzado el resultado deseado.

5) Comienza. La mejor forma de vencer el miedo a la página en blanco es enfrentándote a él. Aunque sientas que estás bloqueado, ¡empieza! A veces nuestros temores se disuelven con la acción. Comienza a escribir, sin juzgarte, siéntete libre de equivocarte, no te pongas cortapisas, seguramente cuando lleves 10 o 15 minutos haciéndolo empezarás a sentirte más cómodo, más diestro y aunque tengas que acabar borrando parte de lo redactado, habrás conseguido vencer el bloqueo inicial.

6) Crea el hábito. Si te acostumbras a escribir a diario, aproximadamente a la misma hora del día (nadie mejor que tú para saber en qué momento eres más productivo), pronto habrás creado un hábito que te será fácil de mantener. De hecho, llegará un momento en que sientas la necesidad de hacerlo y llegues incluso a encontrarte mal si no consigues sacar el tiempo necesario. Si te ayuda, puedes crear un ritual: encender velas, poner música relajante o heavey metal (hay gustos para todo), comerte un bombón o tomarte una taza de té...; el objetivo es que llegues a sentirte cómodo y conozcas lo que necesitas para fomentar tu creatividad. Hay una teoría que sostiene que si haces algo durante 21 días, el 22 se habrá forjado un hábito.

7) Concéntrate. Ya hemos dicho anteriormente que escribir no es fácil, requiere un esfuerzo considerable y para ello has de elegir el momento más idóneo en el que puedas concentrarte y tengas el menor número de interrupciones. Desconecta internet, el whatsApp, cierra la puerta de tu despacho, apaga la radio si te distrae... Cuando conseguimos un correcto nivel de fluidez, cualquier distracción puede ser fatal, llegando a perder ideas que podían ser fundamentales y perjudicando seriamente la calidad final de nuestro trabajo.

8) Sé natural. No te esfuerces en escribir con un estilo que no es el tuyo, es preferible que potencies tus talentos. Si eres serio, redacta textos que lo sean; si eres conocido por tu sentido del humor, compártelo con tus lectores. No hay estilos perfectos, si quieres congeniar con tus lectores lo mejor es que seas  tú mismo, de lo contrario usarás un lenguaje demasiado artificial y correrás el riesgo de producir rechazo.

9) Evita el perfeccionismo. Intenta ser bueno en lo que haces, pero no perfecto. «Lo mejor es enemigo de lo bueno». Si buscas la perfección nunca harás nada por miedo a fallar: lánzate y, si te equivocas, aprende de tus errores y sigue... Si vas a compartir contenidos públicamente en un blog tendrás que aprender a ser humilde, ya que fallarás en más de una ocasión y tendrás que aceptar las críticas de tus lectores.

10) Reconoce tus bloqueos. Si después de haber intentando romper el bloqueo inicial  escribiendo entre 15 y 30 minutos no has conseguido nada decente, ¡para! Cuanto más escribas más fácil te será reconocer esos momentos por los que todos pasamos. Quizá has tenido un mal día, estás demasiado cansado, no has comido lo suficiente o simplemente no estás en lo que debes. Si te encuentras en esta situación déjalo para después o para mañana: haz un poco de ejercicio, cambia totalmente de actividad, trata de evadirte... A veces, un descanso a tiempo consigue aumentar notablemente tus índices de productividad.

Estas son las premisas fundamentales desde las que yo me enfrento a la ardua tarea de escribir. ¿Qué te parecen? ¿Sigues las mismas u otras parecidas? ¿Tienes un secreto infalible que quieras desvelarnos? Te animo a compartirlos con nosotros. ¡Muchas gracias!

En próximas entradas veremos consejos más concretos sobre el mejor estilo de redacción que podemos adoptar.

Foto de Anlopelope de la galería de Flickr, bajo licencia de creative commons http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/deed.es 

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¿Cómo afrontar la tarea de escribir? se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
Basada en una obra en aporlasfaltas.blogspot.com.

4 comentarios:

  1. Creo que resumiste muy bien, 10 grandes temas en el cual nos debemos enfocar los que nos gusta escribir. Aunque cada uno de ellos es un mundo!.
    Los que más me cuesta es crear hábitos y evitar el perfeccionismo. Para el primero utilizo El método Seinfeld, para el segundo, no recuerdo donde leí esto, pero siempre intento realizar un borrador presentable, y si -- me sobra tiempo -- mejoro el texto.

    Felicitaciones y se nota que tú conoces y practicas muy bien estos puntos!! También muchas gracias por la mención a mi blog.

    Saludos,
    Julio Ortiz

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  2. Sí, llevas razón, Julio, parecen sencillos aquí vistos con sus numeritos y todo, pero son un mundo a la hora de abarcarlos. Poco a poco...

    No conozco el método Seinfeld, buscaré sobre él... Lo del perfeccionismo yo también lo llevo fatal, aunque poco a poco voy aprendiendo...

    ¡Muchas gracias por tus felicitaciones!

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  3. Evitar el perfeccionismo es algo realmente duro para las personas que nos hemos formado en el ámbito de las letras, ¿verdad?

    A esa sensación tan habitual de que nada de lo que escribes te satisface plenamente, en mi caso se suma la deformación profesional de terminar revisando y editando muchos de mis propios textos. Esperemos no llegar al nivel de obsesión de Juan Ramón, que cuentan que pasó la última etapa de su vida corrigiendo su propia obra en lugar de incrementándola.

    Otra cosa que lucho últimamente por evitar cuando escribo son las aclaraciones entre guiones o paréntesis, por mucho que lo intento siempre terminan apareciendo más de lo debido... Supongo que, en cierto modo, también tienen algo que ver con la odiosa búsqueda de la perfección.

    Un saludo, compi "yelpera", y enhorabuena por tu blog.

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  4. ¡Enrique! ¡Qué bien leerte por aquí! Un placer contar en mi blog con un compi de la profesión y «yelpero».

    Me ha gustado conocer esa historia de Juan Ramón, a ver si aprendemos aunque sea de la experiencia ajena. Está también por ahí el principio de Pareto que sostiene algo así como que «Un 20 % de lo que haces produce el 80 % de los resultados que obtienes y viceversa, un 80 % de lo que haces produce el 20 % de los resultados». Nos queda claro entonces por qué obsesionarnos tanto con la perfección (ese 80 % del tiempo revisando, rehaciendo y cambiando) nos puede llevar a producir tan poco (el 20 % o el no incremento de la obra de Juan Ramón).

    Te confieso que la etapa de «yelp» me ayudó a dejar atrás tantas exigencias y centrarme en ser más productiva. Después de todo somos seres en continuo aprendizaje y siempre nos quedará aprender de los errores que cometemos.

    Un saludo, Enrique, y espero verte más por aquí y contar con tus opiniones y aportaciones.

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